lunes, agosto 25, 2014

Yo supongo

Supongo que debe llegar ese momento en la vida en que te asumes como eres. Y punto.
En que dejas de hacerle a la mamada. En que sabes de lo que eres capaz. Y de lo que no (esas cosas de que "naaah, tú lo puedes todo, el cielo es el límite, tú ponte una meta y si le echas ganas lo vas a conseguir, y bla bla bla" siempre me dieron hueva y justo ahora confirmo que es bla bla bla).

Supongo que llega ese instante en que todo es claro, una epifanía, dirían los entendidos. En que te ves al espejo y dejas de hacerte tonta. En que te das cuenta de lo que puedes conseguir, en que realizas (ya no hallo más sinónimos, concédanme la pochada de la mala traducción del "I realize") que tienes los poros abiertos y no hay mascarilla ni crema ni tónico que lo resuelva. Que tus ojeras ya se quedaron ahí para el resto de los días. Que vas a tener que sacarte la ceja, la entreceja y el bigote por lo que te queda de vida. Que si en prepa pensabas que estabas gorda, ahora darías tu reino por volver a ser la talla que eras en ese tiempo. Que esos kilos que perdiste hace 5 años ya regresaron y no se van a ir. Que ese wey nunca te quiso ni te va a quere nunca de los nuncas. Que tienes que pones tus expectativas al nivel de lo que eres en este momento.

Supongo que te da cuenta de que eres eso que ves. Cada mañana. Cada vez que te observas en el espejo. Que no eres tu foto de perfil de facebook. Que no eres lo crees que eres. Que te ves como te ves, no como piensas que te ves ni como quisieras que te vieran.Que encontrar a alguien menos dañado que tú va a estar muy cabrón. Que tienes la edad que tienes, la que dice en tu acta de nacimiento, no en tu IFE que sacaste hace 8 años.

Supongo que te da flojera fingir. Que ya no toleras, que ya no aguantas, que ya no soportas. Que lo que caiga está chido. Que aceptas a quien quiera llegar. Y el que no quiera, que chingue a su madre. Que no hay probarle nada a nadie. Que lo que te gusta te gusta y punto. No hay por qué dar explicaciones. Que si te causa gracia te ríes, y si no pues no. Y si quieres llorar pues lloras, y si te quieres enojar te enojas y dejas de sentirte culpable.

Supongo que ves la realidad. Que ves dónde estás. Que no ves para dónde vas, pero no importa. Que no tienes un peso en la bolsa, pero vale madres. Que pedir prestado ya no te avergüenza. Que quedar a deber ya no te quita el sueño. Que exigir lo que te deben deja de ser un problema. Que vender lo que ya no sirve es necesario. Que ofreces tus conocimientos y experiencias al mejor postor. Que rechazar el trabajo que no quieres ya no te causa remordimiento.

Supongo que deja de importar si vas o no vas acompañada. Al cine. Al teatro. A la fiesta. A la boda. Al café. Al restaurante. Al concierto. A la vida. que si viene está chido, y si no pues da igual. Que si quiere estar contigo se agradece, y si le vales madre, también. Mejor aún. Que deja de importar.

Supongo que empiezas a madurar. O no. Que piensas que aprendiste pero no es cierto. Pero ya no importa, porque ya no te arrepientes de haber gastado esos 300 pesos en algo que ni siqiuera te lo van a agradecer. Que decides jugártela y esos últimos ahorros se van en la cerveza del domingo. Por que YOLO. Porque da igual comer atún todo el mes. Por que ya sabes lo que sabes y eso te hace feliz. O no.

Supongo que te da igual llorar a cualquier hora del día. O cantar. O bailar, O buscar en internet los lugares a donde quieres viajar pero no puedes. Que ya te da igual. Y sabes que eso no te hace conformista, te hace consciente. Te hace fuerte. Te hace humana. Que estar triste está bien. Que igual mantienes las esperanzas en que algo bueno viene. En que después de todo, te has divertido, Te estás divirtiendo.

Supongo que llegará el día en que alguien me ame a pesar de ser quien soy, de verme como me veo, de sentirme como me siento. O no. O me va a dejar de importar. Y voy a dejar de pensar en eso. Supongo que mañana, cuando amanezca, me seguiré preocupando por las mismas cosas.

Supongo que debo empezar por amarme. Y que mañana voy a intentar que eso pase. Y que quizá se me olvide para las 3 de la tarde, pero que eventualmente lo recordaré. Y voy a seguir suponiendo, porque al final de cuentas es lo único que tengo seguro. Eso y que hay dos hotcakes esperando por mí en el refri. Tengo seguro mi desayuno... lo demás son puras suposiciones.

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