Mientras estaba yo sola, sentada en el pasto, escuchando Sigur Ros, esperando que alguien (que consideraba especial) apareciera para cuando empezaran Queen of the Stone Age, pensé en eso: que no quería estar el siguiente año yo sola, esperando a uno de mis grupos favoritos, y sabiendo que iba a terminar yo sola escuchando. Sentí esa necesidad de compartir con alguien, Y veía a mis amigos con sus novios, novias, esposos, esposas, y pensaba en quien no se apareció, que al final de cuentas también estaba con alguien porque desde un inicio había decidido no ir conmigo. Y pensaba en que ya no quería eso, que también quería compartir esas cosas que amo con alguien especial.
Fue ahí que me dije a mí misma: tengo un año para poder encontrar a alguien que me quiera (ni siquiera alguien que me ame, nomás que me quiera o que quiera comparti conmigo este momento) y que esté dispuesto a venir conmigo a compartir la música que amo y las cosas que me gustan, con la gente que quiero. Pensé que en un año seguro conocería a alguien, y podríamos planear el viaje, y divertirnos y ser felices, y que yo me sentíría feliz por haber cumplido un propósito y por haber encontrado a una persona importante que quisiera estar conmigo en un momento importante.
Ya casi es un año, y -como pueden imaginarse- nada de eso ha pasado. Muy pronto es el Corona Capital. Ni siquiera estoy segura de poder ir. Y si acaso fuera, sería como siempre, como a todos los coronascapitales, como a todos los conciertos, como a todo, en general: yo sola. No voy a mentir, me siento triste y decepcionada porque no fui capaz en un año, de cumplir algo que tal vez parecía sencillo. Lo más condescencientes me dirán "no te preocupes, falta un mes, puedes encontrar a alguien". Pero de alguna forma todos sabemos que no. No va a pasar.
Pueden decirme todo lo que quieran, "ay Citlalli, eso no es importante", "ay Citlalli, si tú sabes como divertirte siempre", "ay Citlalli, si ya sabes que te la vas a pasar bien". Y todo eso lo sé my bien, no lo dudo. Soy muy divertida yo sola, por eso me la paso genial en todos los conciertos, películas, exposiciones, you-name-it, a las que voy yo sola. Si así no fuera, no iría. Es el hecho de que me puse una meta, y pasó un año. Y en ese año, hay quien tuvo cinco novios, cinco novias, un marido y un novio, una esposa y dos novias... y yo, sigo sin conseguir que alguien quiera acompañarme a ver una película, a tomar un café al restaurante nuevo, al recital de pasado mañana. Ya no digo a un festival de dos días en otro estado del país.
No escribo esto para que, quien lo lea, venga y me conforte. Ya lo escribí antes, llega un punto en la vida en que es necesario dejar de hacerse pendejo y darse cuenta de quien es. Y ya, me veo como soy, con lo bueno, con lo malo y con lo peor. Es sólo que tenía una meta, tenía las ganas. Hace dos años me propuse llevar a alguien a la boda de una amiga. Siempre voy sola a las bodas, no me afecta, me divierto mucho y nunca falta con quien bailar y echar desmadre. En esa ocasión, aunque ya haía invitado a ese alguien especial, sabía que no iba a ir, que iba a cancelar al final de cuentas. Como sea, me propuse que iba a encontrar con quién, me negaba a ser la única sin pareja. No necesito contar el final: obvio que no encontré. Y no pasó nada, estuvo increíble, ha sido uno de los viajes más divertidos y reconfortantes en mi vida.
Sé que si voy al coronacapital de este año voy a ser muy feliz. Voy a escuchar a grupos que nunca han venido, y que al parecer nomás a mí me emocionan. Sé que va a ser un viaje divertido, que voy a estar con mis amigos, que voy a estar con la gente que quiero y que me quiere, y que quiere estar conmigo a pesar de mí misma. Es sólo que tenía un objetivo, que a pesar de 365 días no pude cumplir. Que me quedo con la impresión de que algo estoy haciendo mal. Que sólo quería tener alguien a quien abrazar mientras Belle & Sebastian cantaban I love you I've a drowning grip on your adoring face
I love you my responsibility has found a place...
Pero pues no.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario